Era como un salmón en contracorriente.

Sadí odiaba tener que hacerse a un lado cuando caminaba por la acera y algún pasante transitaba en el sentido contrario. Le calaba hasta la espinilla. Estaba harta de que siempre que se topara con alguien fuera ella la que se tenía que orillar; y es que algunas veces ambas partes abrían camino, pero eso no siempre sucedía, muchas veces los muy canallas seguía su curso como si nada y ni siquiera la miraban, o la veían de reojo y con el ceño fruncido… como amenazándola, o simplemente pasaban de largo y le golpeaban con el hombro. Esos humanos, cuan harta le tenían. Por eso la muñeca dejó de hacerse a un lado. Le venía dando lo mismo. Ella seguiría su placentero curso, se orillaran o no, ya no le interesaba si chocaba con algún necio, o si los demás transeúntes la miraban de manera acusatoria… en verdad, le venía dando lo mismo. ¡Claro que no! Cojonudos ignorantes, que se hagan a un lado, que Sadí está pasando.

3 comentarios:

Gnomish dijo...

¿Por qué lo veo todo blanco? ¿Dónde está esa cabecera tan genialmente genial?!!!!

Debe ser problema de PC, no me creo que lo hayas quitado ¬¬

Aún así, el blanco y la sensillez del lugar sigue siendo genial ^^

Un beso

Mel Reed ϟ dijo...

He de decir que me he sorprendido al encontrar las cosas tan cambiadas.
No deja de ser hermoso, al contrario resulta gratificante ver el lugar!
Un hermosos escrito sin duda, y pfff que la gente pase asi me molesta! Yo siempre intento ser amable, y a los demas les vale mucho!

Bueno, un placer leer!

Con mi mas sincero afecto

Mel
XX

Steve Tomson dijo...

Me ha encantado el blog completo (L) Soy seguidor y te seguire de cerca. Besos

http://unmarinfinito.blogspot.com/