Untitled

Entré a la casa cansada, arrastrando los pies como si llevase unos grandes y pesados grilletes en ellos; había sido un día duro, largo, leeeento. El silencio sepulcral era el acompañante de honor en aquella tarde despejada, recubierta de tonalidades sepia, sobre todo dentro de la casa pero eso ya era normal.

Caminé hasta el sofá de la sala principal chutando todo lo que en mi camino se cruzase, por alguna extraña razón u obra divina no tropecé hasta desnucarme con la esquina de algún mueble, la chimenea o alguna hormiga. Bien, punto para mí.

Tiré mi mochila sobre la gran alfombra del centro y me dejé caer perezosamente sobre aquel grande y ancestral sofá, ya no quería saber nada. Cerré los ojos poco a poco, así como suele hacerlo la gente que graciosamente se queda dormido en el bus; pestañeo, cabeceo, reacciono, pestañeo, cabeceo y me rompo el cuello... bueno, no. Pero no se como sobreviven a esos brutales cabeceos.

Y así fue hasta quedar dormida, o a medias dormida. Aun concerbaba algunos de mis sentidos activos, aunque mi consiente ya no estaba allí, había volado muy lejos.

Me dejé llevar por la atmósfera, dejé a mis sentidos darse el lujo de relajarse, de bajar de guardia, de descansar, más sin embargo, se rehusaban a partir también.
Me dejé llevar por los recuerdos y los deseos ocultos, me dejé llevar al son del Cello, que tocaba una melodía lenta e hipnotizante para mí, dulce y pacifica, relajante...
Así estuve durante tiempo, mucho tiempo, años, décadas, ¡siglos enteros!, o bien pudieron haber sido minutos o segundos. No importaba realmente, daba exactamente lo mismo.

Abrí los ojos sorpresivamente, sobresaltada por el sarrajón de una puerta a la cual el viento había hechado pleito, empujándola con una ráfaga.

Me reacomodé sobre el sofá para volver al reino de Morfeo, me gustaba el país de los sueños, que lugar tan agradable e impreciso... Me reacomodé para volver a imaginar y dejarme llevar por aquella dulce melodía a Cello... aquella dulce melodía que aun seguía sonando... esperen, ¿qué?.

Me incorporé, froté mi frente y tallé mis oídos, no, no era mi imaginación, a menos que tuviera una imaginación mucho más fuerte de lo que creía tener, pero no, mi mente no daba a basto como para crear una melodía de tal magnitud, sublime, hermosa, que brindaba conforte al viajero desfallecido, suave, nítida, delicada y completamente agresiva a la vez, no, no.

Comencé a seguir inconscientemente el nacimiento de aquella pieza musical. Caminé y caminé por aquel laberinto de casa. Enrrealidad no era tan grande pero lo que sí tenía era una extraña distribución, llena de desniveles y pasillos, pequeños grupos de escalones y escaleras de caracol por aquí y por allá. Aunque a pesar de todo, la casa solo era conformada por 4 pisos desnivelados y asimétricos, incluyendo el ático, frente al cual terminé parada. De ahí, de ahí probenía la melodía. Tomé la cadena lentamente para bajar las escaleras del techo. Tenía miedo. Los áticos nunca habían sido mi lugar preferido, aun a pesar de haber vivido en uno, solo había ciertos áticos que me agradaban: espaciosos y con ventanas inclinadas y de formas raras, no como esos completamente cerrados, me aterraban. Pero aun así, era curiosidad sobre miedo, siempre había sido así y seguiría siendo así.

Tomé una gran bocanada de aire, que jamas eh sabido de que me sirve, pero la gente suele hacer eso cada vez que la duda, el miedo y la cobardía prevalecían, era como sí aspiraran nada mas que valor puro en lugar de aire. Tal vez el aire traía consigo ciertos elementos de valentía que te otorgaban super dones y seguridad instantáneamente. Y la gente lograba seguir siempre adelante.
Y así, sostuve fuertemente la cadena que pendía del techo con mis asustados dedos evidenciandome... conté: 5...6...7... ...y jalé la escalera.

10 comentarios:

Unknown dijo...

Uff que días son esos no crees? Y es que son súmamente horribles, pero tu mente supo como relajarte y sentirte cómoda nuevamente con esa aquella melodía :)
Me encantó tu entrada.
Saludos!

Ardid dijo...

¿Y?

cM dijo...

Me he visto obligada a comentar... pues resulta que, además de una preciosa entrada, este es el blog más bonito de los que he visto hasta ahora.
Realmente parece un mundo lleno de fantasía y sorpresa.
Voy a seguirte, para leerte más a menudo :)
¡Un abrazo!

Frases celebres dijo...

Hay días en los que no la pasamos del todo biem siempre hay que encontrar una solución. Muy buena entrada. besos

http://www.el-ser-bohemio.blogspot.com/
http://www.mi-adn.blogspot.com/

bixitoluminoso dijo...

esto sigue... ¿verdad?

Dry dijo...

Me encantaria leer la continuacion, pero si no hay, me gusto igualmente, me encantan las tardes con el cielo anaranjado(tonalidades sepia) :), en mi opinion un poco nostalgicas de los dias que ya pasaron,
BESOS

Mel Reed ϟ dijo...

Hola!
hacia bastante ya que no pasaba por aqui.
Lindo relato, es como cuando no hay fin, pero tampoco comienzo, cuando solo es ASI.

^^
Meli
PW

Ana Arcia dijo...

Yo creo que la continuación está en la mente de cada quien. Yo haré la mia propia y si la llegas a publicar comentaré la mia. Que estes bien, mi querida Aidé.


X

Anto dijo...

Me fascinas tus entradas me siento iddentificada!
beso enorme.
enserio tenes mucho talento para escribir.

Vale dijo...

Creo que sigue en el viaje de relajacion, la música es la entrada a sus sueños.