«Tic... Tac...» dice el titiritero.


Sentada en el centro. Con el calor abrazador punzando insistentemente sobre mi piel... puedo sentir cada célula de mi cuerpo deteriorarse... lentamente, mis latidos acompasados, parecen lamentos... ¡no!, gritos de batalla. Pero claro que, a estas alturas, cualquier cosa me parece un grito de batalla.

Pero eso no es lo que me preocupa ahora, eso es lo de menos. Ahora solo pienso en el pasado, claro, alguna vez escuché por ahí decir «...nada es más triste que el futuro, salvo, quizá, el pasado», ya había pensado en eso, claro esta, y entonces me pareció una reverenda mentira... el futuro es incierto, tu no sabes nada sobre el, no le controlas... sin embargo, viviendo aquí, en Panem, el futuro siempre sería lo mismo que el pasado, incluyendo el presente... rara vez la vida daba bifurcaciones precipitadas, todo siempre sería igual de triste, igual de gris... hasta que, seas elegido como tributo, entonces el futuro se vuelve muchos más triste que el pasado, ya no es gris, si no negro. Vacío. Carente de todo, carente de nada.
Sin embargo yo sabía una cosa, no había más futuro para mí, lo había decidido(y eso, no dejaría que me lo arrebatasen)... le brindaría mi futuro a alguien más, a ese alguien más.

El tiempo a mi alrededor seguía transcurriendo, con la tierra demostrando su vitalidad en su forma natural... pasa y pasa el tiempo...
« Tic, tac, tic, tac...» dice Wiress, la buena y perdida de Wiress, para recordarnos aquello que no debemos olvidar; debemos movernos, ir de un lado a otro, huir, participar en su estúpido baño sanguinario. Nos tienen, lo saben, les pertenecemos, aseguran. Nos manejan a su antojo, cual titiritero, con alambres incrustados a nuestras extremidades para jugar con nosotros... —bueno, solo les falta eso, pero... mejor no les doy ideas—, si ellos quieren, nos hacen bailar.

Y entonces pasa una hora, y tenemos que movernos a la siguiente sección, huir del peligro.

« Tic, tac, tic, tac...»

No dormimos, no descansamos, nuestra mente es un estrago; ¿la cordura, dices? La perdimos desde hace mucho.

«Tic, tac, tic, tac...»

Y seguimos avansando. Estamos artos, de esto; artos del mundo, artos de nosotros mismos, artos de todo..., artos del Capitolio. Pero nadie lo dice... ¿o sí? Tal vez, pero no lo oigo, nadie lo escucha. He tenido suficiente.
Sí, pero el conteo sigue, los minutos pasan y la hora se acerca; hay que recordar que, justo ahora, vivimos en un reloj. Corremos al son del segundero, somos piezas inútiles arrojadas a la arena con el único fin de entretener... o en mi caso, tomar venganza. Somos los bufones del Capitolio.

Y el titiritero sonríe, exalando su gélido aliento; con su vaho carmesí, su dentadura afilada y su perfume a rosas... a rosas y sangre.
Nos mira,se mofa... y nos canturrea cariñosamente...:
« Tic... Tac... Tic... Tac... traten de sobrevivir, bailen para mí»



Inspirado en «Los Juegos del Hambre de Suzanne Collins»

11 comentarios:

Rick Forrestal dijo...

I enjoy your blog so much. Like a beautiful dream. Love the music, too.

Really nice.

Raquel Begué dijo...

Que entrada más preciosa (y diferente a lo que estoy acostumbrada por estos mundos).

Y a todo esto, un conejillo blanco que tengo a mi lado, llamado Pelusa, le da las buenas noches :)

Mi mundo Irreal ಌ dijo...

Qué hermosa entrada, me encantó ♥

Mel Reed ϟ dijo...

Hola Aidé!
Muy lindo escrito he de decir, tal como la vida, solo un juego, donde los demas te manejan, hasta que encuetres tu voz, y puedes manejarte a ti misma.
Espero la estes pasando bien

Sin mas, me despido.

Mel
XX

Anaid 01 dijo...

es la segunda historia que te leo, y es verdaderamente inspiradora, y la musica queda como un perfecto fondo, casi como un atrapa sueños
me gusta tu manera de redactar.

Anaid 01 dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Centinela dijo...

@Anaid 01 Mmm... eso si no te lo sabría decir, no se originalmente de quien sea, pero la versión que yo colgué es de Sarah Brigthman.

Gracias por pasar n_n

Anaid 01 dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anaid 01 dijo...

te molesto demasiado con tantos comentarios, pero feliz navidad

Sam ♥ dijo...

¡Buenísimo! ¡Me encantó! Está re bueno que hayas escrito un minirrelato de En Llamas de Suzanne Collins, porque amo esa trilogía ♥ Supiste capturar superarchimega bien las sensaciones que se deben sentir estando ahí dentro de los juegos del hambre, siendo un muñeco de Snow. Simplemente me enamoré de tu relato ♥

¡Felices Fiestas genia!

Centinela dijo...

@Anaid O1: No molestas, como crees xD a mi Blog le encantan los comentarios e_é mientras mas come, mas feiz es ;D

@Sam ♥: Ala, lo sé. Estoy enamoradisima con esa trilogia tambien, definitivamente me traumó. Es simplemente algo tan diferente y explosivo o.o Vale, gracias xD se hace lo que se puede n_ñ