Les digo que la he visto

Yo no se ustedes, pero yo si creo en las leyendas de la muñeca sádica; sí, esa, la que quería 'ser una niña de verdad'. ¿Que como estoy tan seguro? Bueno, pues por que la he visto. Así de fácil. ¡Bah! Ya está! Si no quieren creerme no lo hagan y punto, pero yo se lo que les digo, este vejestorio sera lo que quieran menos un mentiroso, y no, ni mi memoria ni mi cordura están en duda. Valla, hoy en día es difícil encontrarse un publico decente, ya nadie esta conforme con nada, ¡se creen que lo saben todo solo por tener una cara linda! Patrañas. Eso es lo que son ustedes. Pero bueno, que no estoy aquí para reclamos, que hablando de eso... si alguien ve por ahí a Pajarillo, si, si, el hijo de la cortesana, bueno eso, ¡que volvió a meter porquería y media en mi buzón! Semejante cosa... yo ya no estoy para estos trotes. Como sea.
Y en lo que estaba... sí. Les decía que yo he visto a la muñeca sádica. Y solo les puedo asegurar una de las tantas cosas que se dicen por ahí. Los escalofríos, oh si, son reales. Cuando la vi, inmediatamente estuve seguro de que era ella... cielos, se sintió extrañísimo:
La niña camina a paso apresurado por la acera. Ella mira sus pies andando... les sigue la pista y cuenta sus pasos, desiguales, atropellados, no les quita el ojos de encima, no mira al frente, nunca lo hace. Tiene esa extraña costumbre de contar, inconscientemente, sus pasos; lo cual no les da un aire de inseguridad o timidez, no no, para nada, ¡al contrario! nunca había visto a alguien tan firme al caminar... y tan perdido a la vez. Si... cuando tu la miras lo primero en lo que te fijas es en su mirada perdida, sus brazos cruzados y su voz susurrante diciendo: uno, dos, tres, cuatro, cinco. Uno, [...]
En realidad nadie sabe por que lo hace, se rumorea que ni ella misma. Pero a mi, un día, se me ocurrió que tal vez... solo tal vez, podría ser que no estaba aquí, que se trasladaba a otro sitio, lejos muy lejos, pero que se aferraba a no despegar del todo, siguiendo sus pasos al golpetear contra la acera... mientras los cuenta una y otra vez.
Aunque claro, eso es solo una suposición mía. Si algún día tropiezas con ella... ya me dirás tu que se te ocurre.

7 comentarios:

Gnomish dijo...

Mira que escribes bien ^^ Toda leyenda debe ser creída para hacer nacer la ilusión :D
Mañana publicaré las bases del concurso de la inspiración, espero que te animes guapa!

¡Besos!

Ana Arcia dijo...

._. Yo no sé de que estais hablando (nótese que me has pegado tu acento españolado). Requiem for a Dream me hace no sé, sentirme diferente ._. no la he visto pero amo esa canción *3* Bueno ya (: me gusta como escribes aunque en este caso no tenga ni una jodidilla idea (: Tqqm :D

Mel Reed ϟ dijo...

Hola!
Mirad que es una bella historia!
en verdad! Realmente sabes jugar con las palabras, como si juntas formaran un baile!

Hermoso!

Mel
XX

Crazy for little things dijo...

No sé si existirá la muñeca sádica, pero desde que era pequeña siempre soñaba que cuando yo no estaba mis muñecos cobraban vida, y ya cuando ví Toy Story cada noche cuando me metía a la cama procuraba que todos mis muñecos estuviesen arropados.

Anónimo dijo...

Ni bien tropiece te lo haré saber. Por lo pronto me alegro de haber tropezado con tu blog.
Saludos,
Ana Rosa

P.D. Te invito a pasarte por aquí:


* http://decadadeautoexilio.blogspot.com/
* http://mivozmipalabra.blogspot.com/
* http://laletralate.blogspot.com/

Nusk dijo...

Con suerte un día me encntraré con ella jaja
Un texto genial en serio, me ha gustado muchísimo la forma de escribirlo.

Un beso

Dry dijo...

ME encanta como interactuas con los lectores. escribes muuy bieeen. Quiero leerte más.

BESOS¡¡¡¡¡¡¡